Todo saldrá bien

Hace mucho que no escribo una entrada en este blog. Por pereza, por trabajo o porque pensaba “ya habrá tiempo”. Pero quiero hacer honor al título del mismo y escribir, por una vez, más allá de la política. Hoy quiero compartir con el lector una reflexión que intentaré cargar de optimismo.


Saldremos de esta. Si existe un país en el mundo capaz de sobreponerse a las adversidades, ese es España. Lo llevamos en nuestro ADN. El coronavirus no puede ganar esta guerra a un país como el nuestro. Ganará batallas, sí, pero el resultado final nos dará como vencedores.


Vivimos en un país maravilloso. No solo porque seamos punteros en todos los ámbitos y sectores. Turismo, sanidad, deporte, industria, agricultura, gastronomía… y un larguísimo etc. Sino porque hemos vivido guerras, epidemias, hambre o dictaduras. De todo hemos salido. ¿Por qué no lo vamos a lograr ahora?

Somos una sociedad luchadora y “currante”, pero también abierta y sociable. Incluso distinta, según nuestro lugar de nacimiento. Discutimos de política, de fútbol o de religión. Unos preferimos el norte y otros el sur. Unos son más de Feria de Abril y otros de Fallas o San Fermín. De Mahou que de Cruzcampo. Hay tantas cosas que nos diferencian…Y, a pesar de todas, juntos organizamos los mejores Juegos Olímpicos de la historia, hemos vencido al terrorismo o hemos superado una crisis económica. Entre otras muchas cosas.


Los españoles comunicamos Europa con Latinoamérica o África. Madrid te acoge vengas de donde vengas y Barcelona es capaz de volverte un verdadero cosmopolita. En España puedes tener 8 apellidos vascos y enamorarte de una sevillana. Si EEUU o Alemania son países para trabajar, España es el país para vivir.


No olvidemos nunca lo que implica ser español, lo sintamos como lo sintamos, no pretendo comenzar un debate nacionalista. Ser español es una forma de vida especial, que ahora un virus intenta cambiar. No lo conseguirá.


Juntos venceremos al virus. En la primera línea de esta guerra que estamos librando se encuentra el personal sanitario, las FCSE o todos aquellos que nos garantizan comida y bienes de primera necesidad, el transporte o los suministros de agua y luz. Pero no están solos. Detrás estamos el resto en casa. Aguantando por ellos. Aplaudiéndoles cada día para que nos escuchen y no se sientan solos. Todos juntos.


Tenemos fama de graciosos y vividores. Puede ser. Pero a los españoles, a responsables, no nos gana nadie. Solo tenemos que tener paciencia y confianza en todos aquellos que están dando (literalmente) su vida por los demás. Esto pasará y todo saldrá bien. Hasta entonces, quedémonos en casa.


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