El Teorema de Sánchez

¿Se acuerdan cuando en matemáticas en el colegio nos enseñaron el Teorema de Pitágoras? El mismo decía que la hipotenusa al cuadrado era igual a la suma de los catetos al cuadrado (h2=a2+b2). Por aquel entonces, muchos alumnos a los que la trigonometría se nos daba regular pensábamos, “para qué me aprenderé esta fórmula, si el día de mañana no lo voy a utilizar”. Pues bien, el (ya electo) presidente del Gobierno, sí que debió memorizarlo y ha sido, en mi opinión, capaz de aplicárselo a sí mismo. Pedro Sánchez ha puesto en práctica un teorema a su medida o, como yo lo llamo, el Teorema de Sánchez, cuya fórmula es la siguiente: Pedro Sánchez al cuadrado es igual a la suma del Poder Ejecutivo y el Poder Judicial al cuadrado (PS2=PE2+PJ2). Puede parecer difícil, pero es una fórmula que posee unas variables muy simples. En estas líneas intentaré demostrarles cómo se calcula.

La primera variable del Teorema de Sánchez es el propio Pedro Sánchez. El lector puede preguntarse el porqué de elevarle al cuadrado. La respuesta es bien sencilla: existen dos Pedro Sánchez. Uno, como candidato a la presidencia; el segundo, como presidente. Son dos figuras diferentes aglutinadas en la misma persona. ¿El candidato promete una Ley que prohíba los referéndum, entregar a Puigdemont a la justicia española o no pactar con partidos independentistas? Entonces aparece el presidente y pacta su investidura con el independentismo y declara que se va a desjudicializar el prusés. ¿El candidato no puede dormir tranquilo si en su gobierno hubiese miembros de Unidas Podemos? Para el presidente, un Gobierno de coalición con Unidas Podemos representa lo que necesita un país de “progreso”. ¿El candidato dice que hay que cumplir con las exigencias de Bruselas o que subir el Salario Mínimo Interprofesional destruiría empleo? El presidente defiende en sede parlamentaria o en el propio Consejo de Ministros lo contrario. Podríamos hacer una tesis doctoral con ejemplos de afirmaciones y hechos de Pedro Sánchez como candidato y como presidente, pero creo que la primera y más importante variable del teorema, queda clara.

En segundo lugar tenemos al Poder Ejecutivo, es decir, al Gobierno de España. En este caso, esta variable se eleva al cuadrado al estar formada por una coalición de dos partidos políticos: por un lado, el PSOE; por el otro, Unidas Podemos. Es decir, va a haber dos Gobiernos en uno. Si bien en el ámbito parlamentario, tanto en el Congreso como en el Senado, este poder va a depender del apoyo externo de otras fuerzas políticas para sacar adelante su agenda política, social y económica (las leyes más importantes precisan de una mayoría absoluta, nada fácil de articular); cuenta con una serie de mecanismos (los famosos decretazos, entre otros) que, den por seguro, utilizará de forma recurrente para lograr sus objetivos. Asimismo, es el Gobierno más numeroso y caro de la democracia, por lo que su ámbito de influencia en la gestión de los recursos públicos (y en parte, privados) es más extenso que la de cualquier otro Gobierno en democracia. Esto no debería preocupar al lector ya que, según la ¿primera?, ¿segunda?, ¿tercera? o ¿cuarta? Vicepresidenta, Carmen Calvo, “Estamos manejando dinero público y el dinero público no es de nadie”.

Pero, ¿cómo se relaciona el Poder Ejecutivo con Pedro Sánchez más allá de que es el presidente? Piense el lector que Pedro Sánchez no solo va a controlar el Gobierno de España, ni a dos Gobiernos bajo su mando, indirectamente, va a controlar a los dos partidos de izquierdas más importantes de este país. El teorema va cogiendo forma…

Por último, la tercera variable es el Poder Judicial. Dentro de este poder, el cual debería ser independiente del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo (los otros dos poderes del Estado), encontramos, a su vez, a tres órganos: el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Supremo y la Fiscalía General del Estado. De los tres, Pedro Sánchez está en disposición de controlar dos. Por un lado, al Consejo General del Poder Judicial, que tiene que ser renovado próximamente y cuyos miembros son propuestos por el Congreso y el Senado (actualmente con mayoría de izquierdas) y, por otro, la Fiscalía General del Estado, nombrando el Gobierno al Fiscal General (¡Dolores Delgado, calienta que sales!). ¿Ven ustedes por qué también el Poder Judicial es una variable elevada al cuadrado para Pedro Sánchez?

Como puede observar el lector, la teoría del Teorema de Sánchez tiene su lógica y es perfectamente demostrable. Ahora toca esperar a ver si los partidos de la «oposición» (sí, la entrecomillo porque no se si lo son para el Gobierno, entre ellos, si están o si se les espera) lo asumen o lo refutan. Pedro Sánchez tiene para ponerlo en práctica cuatro años por delante, o no…


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